Nos llegó una noticia a través de un miembro del grupo, que la había visto en un periódico. No sabíamos si era broma o realmente había alguien capaz de usar la necedad hasta el punto de enseñar a un niño a matar a otro ser, nada menos que en el templo de la educación: en la escuela. Decía así:

"La Federación de Caza de Castilla y León fomentará la caza con actividades en los centros escolares, dirigidas a niños de entre 7 a 12 años, una programación que forma parte de un convenio subvencionado con 300.000 euros por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, rubricado en enero de 2011".

 

Estuvimos debatiendo sobre esta noticia durante toda una clase, y llegamos a conclusiones muy interesantes. Podríamos sentirnos tristes y pensar que las cosas no se pueden cambiar; podríamos sentirnos afortunados porque esto no estaba sucediendo en Aragón. Sin embargo, los niños no entienden (o no quieren entender) de fronteras. Así, lo que ocurre a los niños o a los animales en Castilla y León nos sucede a nosotros también.

Esta es la carta conjunta que escribimos:

Gobierno y niños de Castilla y León:

Somos El Cuarto Hocico, Protectora Virtual de Animales Dirigida por Niños.

Vivimos en Muel, un pequeño pueblo de Zaragoza ¿Sabéis lo que hacemos? Defendemos a los animales del maltrato y del abandono.

Cuando nos enteramos de esta noticia no nos la podíamos creer. Por eso escribimos esta carta que va dirigida al Gobierno de Castilla y León y también a los niños y a todas las escuelas de vuestra Comunidad ¿Es cierto que hay un proyecto que va a hacer que se enseñe a cazar en vuestras escuelas? Aparte de no tener propósito educativo y ser un derroche de dinero, los animales también sufren con este proyecto. Seguro que si hablaran, nos dirían: “¿Para qué tenéis que cazarnos, si no os hemos hecho nada?”

En este proyecto se han empleado 300000 euros que no sólo sirven para hacer sufrir a los animales sino que, además, van a crear personas, adultos del futuro, con poco apego y respeto por la naturaleza ¡No sabemos dónde podrá llegar esto!

El Cuarto Hocico piensa que es una barbaridad enseñar a los niños a cazar. Estáis empujando a los niños a matar animales por puro placer y estáis animándoles a destruir una parte del medio ambiente. Si los niños aprenden a cazar, puede que también les enseñen a sus hijos, y es una cadena que no nos lleva a ningún sitio.

Somos un grupo de niños que estamos en contra del maltrato animal, como sería en este caso su proyecto. Nos parece fatal que a los niños les enseñen a cazar. Si pudiera dirigirme a los niños, les diría: "Pensad un poco en el pobre animal: ¿no os da pena verle muerto? Estáis destruyendo la naturaleza. lgual den-tro de unos años, los niños que nazcan no puedan disfrutar de las especies de flora y fauna ya desaparecidas por culpa de la caza. Yo sólo quiero convenceros de que dejéis la caza y que vivamos en paz con los animales".

Los niños a los que queréis enseñar a cazar, de mayores estarán matando animales hasta que no quede ninguno de su especie. Si alguien está en contra del maltrato animal, que les diga a los padres y madres de estos niños que no les dejen ir a la escuela si van a ir a aprender a cazar animales. Lo que nos gustaría es que en esas escuelas se hicieran otras actividades, como talleres, hacer deporte o hacer excursiones para disfrutar de la naturaleza.

Los animales son bonitos cuando están libres en su medio natural, cuando corren, cuando juegan, saltan… Por favor, no enseñéis a cazar. Enseñad a amar, cuidar y respetar a los animales. Los niños tienen que aprender muchas cosas, pero no

a cazar animales. Si enseñáis a cazar a los niños, entonces ya sabrán lo que es matar.

Poneos en el lugar de un animal que va a ser atacado: Vives feliz por el bosque y, de repente, un día ves a alguien armado. No sabes qué va a pasar, dispara y mueres. ¿Por qué queréis enseñar esto a los niños? ¿Por qué queréis enseñarles a matar por diversión? En lugar de estudiar cosas interesantes, que es lo normal, van a aprender a matar a otros seres. Yo tengo 10 años para 11, y no me imagino que me enseñaran a cazar por el bosque. Muchas veces, por la tele he visto que los adultos cazan, pero no los niños. Es horroroso cuando lo hacen los adultos, así que imaginad a un niño matando a otro ser. Hay un montón de cosas que podrían hacer. No sé cómo se ha recurrido a la caza.

Yo tengo animales en mi casa y no los mataría aunque me pagaran mucho por ello.

Queremos intentar haceros cambiar de idea. Os aconsejamos, como cuartohociqueros, que no os dejéis llevar por esas ideas tan raras. Imagino a niños aprendiendo a cazar en la escuela y lo veo la mayor locura que pudiera imaginar ¡Sólo por diversión...! Yo tengo hermanos, y no me gustaría ver cómo les enseñan a maltratar o matar animales por diversión.

Queridos niños de Castilla y León: ¿Os gusta cazar? ¿Os gusta matar animales? Si es así, no lo entiendo. Debéis poneros en el lugar de los animales. Nos parece muy mal esa idea tan loca de que os enseñen a cazar. Si todos los niños de Castilla y León se unieran a nosotros se convertirían en pequeños héroes. Por favor: dejad la caza y uníos a nosotros. Uníos a todos los niños de muchas partes del mundo que quieren un mundo mejor.

Para los niños y profesores de Castilla y León: Dicen que muchos animales están en peligro de extinción. Seguro que alguno de vosotros tiene animales en casa. Seguro que los tratáis con mucho respeto y cariño. Porque los animales tienen sentimientos y nos dan mucho cariño. Espero que cuando leáis esto os haga recapacitar.

Vosotros adultos, tenéis la oportunidad de demostrar que sabéis rectificar. Y vosotros, niños, podéis demostrar que queréis un mundo mejor. A los animales se les cuida, pero no se les mata.

Aprendamos a respetar a otros seres. Quizá algún día hayamos aprendido, por fin, a respetarnos entre nosotros. Pensadlo muy bien.

Un abrazo cuartohociquero.

Esta carta la enviamos a la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, a los niños de las escuelas y a los maestros de esta Comunidad Autónoma, invitando a otros niños a que cogieran lápiz y papel y se pusieran a escribir su propia carta.