D. Jesús García Sánchez
(Decano Facultad de Veterinaria, Universidad de Zaragoza)
Queridos amigos que leéis mis palabras:
Tengo que confesaros que para un profesor universitario como yo no resulta nada fácil valorar un proyecto educativo centrado en niños que cursan sus estudios de primaria, o incluso de secundaria. Ni siquiera es una tarea fácil cuando se trata de un proyecto que va dirigido a comprender mejor nuestra relación con el medio ambiente y, más concretamente, la relación entre el hombre y los animales, una relación que, como no puede ser de otro modo, es una relación de respeto desde el conocimiento y la reflexión. No resulta fácil hacerlo ni siquiera para un veterinario como yo.
No conozco personalmente a los “culpables” de la experiencia cuartohociquera, aunque sí a su profesor, pero he visto de lo que son capaces.
Por eso, ahora que veo su idea de extender y compartir su experiencia exitosa y hacerla llegar a todos los colegios e institutos, cercanos y remotos, una idea que es revolucionaria y arriesgada, incluso casi transgresora, como son todas las buenas ideas, las ideas que cambian el mundo, no tengo duda en estar seguro de que triunfará, de que será recogida, aplicada, modificada y, si es posible, mejorada en cada lugar al que llegue. No puede ser de otro modo cuando los actores son los niños, los únicos que consiguen todo lo que se proponen porque no saben de imposibles.
Sólo os deseo ánimo y suerte ¡¡¡Quién pudiera volver a la escuela!!!
Jordina Belmonte Soler
(Directora del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universidad Autónoma de Barcelona)
El proyecto me parece muy bonito y muy interesante, no sólo porque a mí los animales me gustan muchísimo y me conmueven profundamente (con sus muestras de afecto e inteligencia, sus capacidades de entretenimiento y voluntad de seguir adelante, su independencia-dependiente en algunos casos y su absoluta libertad que no les priva de estar cerca y permitirte observar e incluso cuidar en otras) y les va a ayudar, sino también por todo lo que ofrece de desarrollo personal a quien participe en él.
Os felicito por el proyecto y espero que muchas escuelas e institutos (y añadiría, ¿por qué no?, grupos de niños y jóvenes a los que puedan orientar sus monitores) sepan ver en él la oportunidad formativa y lúdica que les brinda y se acojan a él.
Niños y niñas acostumbrados a observar y valorar a los animales seguramente serán buenos observadores y valoradores en general durante toda su vida y podrán actuar con más justicia y responsabilidad. Creo que este proyecto contribuye a mejorar el mundo.
Gracias por vuestro empeño y buen hacer y enhorabuena por la idea que habéis desarrollado. Tú y el grupo de niños que visitaron contigo la UAB durante la estancia de Jane Goodall me tenéis por admiradora.
Marillanos Reolid Ródenas
(Presidenta y fundadora de la Sociedad Española contra la Violencia-Investigación, Prevención e Intervención en violencia y criminalidad- SECVI).
Ha trabajado para el Gobierno español en funciones de Seguridad así como en proyectos preventivos e intervención en menores, colectivos en riesgo de exclusión y con medidas penales, tanto para la Administración pública como para entidades privadas. Educadora Social con formación en Criminología, Pedagogía y Ciencias de la Seguridad es experta universitaria en Violencia Familiar.
Razones de apoyo al proyecto “Children For Animals” desde La Sociedad Española Contra La Violencia -SECVI-.
Existen razones fundadas de tipo sociológico, terapéutico, educativo, victimológico, criminológico, de seguridad… desde distintas disciplinas, para promover un programa como el de “Children for Animals”. Por ejemplo, la educación tiene un valor preventivo de la violencia y criminalidad muy importante. Es fundamental resaltar la prevención de la delincuencia desde la infancia y una herramienta definitiva es el desarrollo de programas y proyectos educativos que promuevan valores como la empatía, el amor por los animales, la interacción humana-animal…
La educación también tiene un efecto terapéutico cuando se realiza con animales, por eso:
Hannah Hayman, profesora de guardería llevaba a su perro para que los niños interaccionasen con el animal. Descubrió que era una gran emocional y para el aprendizaje. “El aprendizaje es más fácil y significativo”, (Hayman, 1975)
Judith Star, directora de la Sociedad Estadounidense de Educación Humanitaria dirigió un programa en centro educativo para niños con problemas emocionales y manifestó: “Los niños y muchos adultos aprenden mejor cuando los animales están involucrados”, (Star,1983) Jacobsen identificó funciones que contribuyen a lograr los objetivos educativos y terapéuticos. Los animales proporcionan:
El F.B.I reconoce desde los años 70 la relación que existe entre la violencia interpersonal y el maltrato animal. También se vincula el maltrato animal con la violencia en la familia, los abusos sexuales, los asesinatos en serie, asesinatos en masa y otras formas de comportamientos violentos y delictivos. Se debe a que una personalidad violenta, con factores de riesgo y predisposición, no distingue a su víctima. Es decir, le mueve el poder y control que ejerce sobre ella, pero la violencia se ejerce del mismo modo con seres humanos que con animales.
La crueldad hacia los animales en la infancia y adolescencia es un factor de riesgo incluido en el DSM-IV de la American Psychiatric Association (APA) para la violencia interpersonal y la criminalidad en la edad adulta. Por eso, un programa como “Children for Animals” puede reducir los factores de riesgo en niños, potenciando sus valores y empatía y contribuir a una sociedad de adultos del mañana con reducidos niveles de delincuencia violenta.
Noelia Calzada Pérez
(Licenciada en Psicología, Universidad de Salamanca. Atención a Personas con Discapacidad Intelectual. Apacid, Burgos).
De entre las numerosas capacidades que en este proyecto se trabajan con niños y niñas en la escuela, voy a centrarme en la empatía. A nadie se le escapa la importancia que posee este valor en la formación de futuros adultos sensibles hacia su entorno, comprometidos, o incluso solidarios.
Pero hoy en día, en la sociedad en la que vivimos, nos encontramos sometidos a un bombardeo constante de información, de noticias, de imágenes… en las que sólo se exhiben desgracias, torturas e injusticias. Este clima de negatividad que nos rodea nos desensibiliza progresivamente, cada vez nos resulta más difícil sentir dolor o compasión ante estos mensajes, y más aún, sentir ganas de hacer algo, de intentar cambiar las cosas. Así pues, encendemos el televisor, vemos un montón de cadáveres apilados y seguimos comiendo, sin prestar demasiada atención. Se ha convertido en algo normal, cuando no debería serlo. De la misma forma que caminamos junto a un hombre sin techo que duerme en la calle o pasamos con el coche junto a un perro desorientado que deambula por una gasolinera o que camina malherido por el arcén, sin apenas darnos cuenta. La sociedad nos está educando desde niños en esa carencia de empatía, inclusive podría decirse de “humanidad”.
Día tras día veo a mi alrededor actitudes de desprecio, humillación e insensibilidad hacia las personas con discapacidad. Creo que el origen está en esta falta de empatía, lo que hace que seamos incapaces de prever el impacto de nuestra conducta en los demás. Y como hacia éste, hacia muchísimos colectivos. La educación en el fomento de este valor, en este caso a través de los animales, estoy segura que conllevará la formación de personas mucho más sensibles, respetuosas e implicadas con la realidad que nos rodea.
Es vital, si queremos que las cosas cambien, que trabajemos en esta línea, que eduquemos en valores y actitudes. Este proyecto es el inicio de un cambio necesario, nos marca el camino a seguir.
Virginia Iniesta Orozco
(Doctora en Medicina y Sanidad Animal por la Universidad de Extremadura. Investigadora y docente en la Facultad de Veterinaria de Cáceres, Universidad de Extremadura).
La educación de la infancia en el respeto hacia los demás animales es la mejor herramienta para conseguir una sociedad más justa y solidaria en el futuro. Fomentar la tolerancia y la empatía es fundamental para lograr un mundo más igualitario en el que no tenga cabida ningún tipo de discriminación, no sólo la de raza, sexo, religión o ideología, sino también la discriminación por especie (especismo). No olvidemos que un niño educado en el respeto y amor hacia los demás seres vivos se convertirá un adulto respetuoso y ético también con sus semejantes.
Sólo puedo tener elogios para el trabajo de Children for Animals en todos los aspectos. Es un proyecto absolutamente admirable, ambicioso, y tan innovador como necesario. La mejor noticia sería que pudiese ponerse en práctica y fuese pronto una realidad en cada uno de los rincones de nuestro país y fuera de nuestras fronteras.
Humanymal. Terapia Asistida Con Animales
Proyectos como Children 4 Animals se constituyen como poderosas herramientas de cambio partiendo del contexto educativo como una fuente no solo de contenidos, sino también de experiencias que son la plataforma perfecta para el trabajo de valores, emociones y capacidades en niños/as y adolescentes. Así, incorpora ingredientes clave que garantizan su calidad y efectividad, como son, el enfoque sistémico en su planteamiento, la misión real para los participantes, el trabajo en red y un profundo carácter integrador.
Más concretamente, Children 4 Animals ofrece la oportunidad de trabajar aspectos difícilmente abordables desde la docencia ordinaria:
Resiliencia.
“La resiliencia significa una combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos” (Suárez Ojeda, 1995).
El propio proyecto es un modelo de resiliencia ya que propone la construcción de una red de protectoras virtuales infantiles basándose en la dolorosa realidad del abandono y crueldad contra los animales, por desgracia muy frecuente aún en pleno siglo XXI. En este sentido, a través de las actividades que incorpora, fomenta factores resilientes como son la autonomía, el sentimiento de pertenencia, la autorregulación emocional, la percepción de control sobre la situación problema, la autoestima social, emocional, educativa y familiar, entre muchos otros.
Los/as niños/as participantes son conocedores/as de una situación problema entorno al abandono y maltrato animal, se documentan, se organizan y actúan, este proceso contribuye a generar una actitud proactiva frente a las cosas que deseamos cambiar a nuestro alrededor, usando canales adecuados y adaptativos y reduciendo factores de vulnerabilidad ante las situaciones adversas. En nuestra opinión Children 4 Animals es un importante escudo protector, un generador de conductas vitales positivas pese a las circunstancias difíciles que contribuirá a la formación de futuros adultos más resilientes.
Inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y autorregular las emociones propias, empatizar con las de los demás y establecer una relación positiva con el contexto en el que nos movemos. Resulta de vital importancia el trabajar las competencias emocionales en la etapa infantil, ya que es en este periodo crítico cuando resulta más fructífero el incorporar un esquema de gestión emocional positivo.
El proyecto Children 4 Animals estimula competencias asociadas a la Inteligencia Emocional, contribuyendo con ello al desarrollo de diferentes capacidades que serán clave en el desarrollo escolar, social, personal y familiar de los/as niños/as participantes:
Detectar las emociones y sentimientos en uno/a mismo/a.
El propio desarrollo del proyecto, implica por parte de los/as niños/as, el afrontamiento de situaciones y realidades sumamente impactantes a nivel emocional. De esta forma se dan suficientes estímulos en cantidad e intensidad que fomentan la toma de contacto con las propias emociones.
Como ejemplo: La realidad del maltrato y abandono animal que conocen de cerca los/as niños/as participantes es un enorme revulsivo para el afloramiento de multitud de emociones, lo suficientemente intensas como para ser detectadas y reconocidas.
Manejar las emociones y los propios sentimientos.
Los niños/as aprenden a canalizar sus sentimientos en acciones adaptativas, positivas, basadas en la unión de grupo, el trabajo en red y que están encaminadas a construir el cambio.
Reconocer emociones y empatizar con otros seres vivos.
Las diferentes causas en las que se implican los/as niños/as participantes en esta iniciativa incorporan la capacidad de reconocer emociones en otros seres vivos y ese es precisamente el punto de partida para la mayoría de los objetivos que se plantean.
Como ejemplo: Un niño comprende la necesidad de concienciar sobre que “Un animal no es un juguete” porque comprende las necesidades emocionales de éste y como se siente cuando es abandonado.
Regular nuestras propias motivaciones.
Children 4 Animals es una iniciativa con consecuencias reales para otros seres vivos que cuenta con la mejor de las herramientas para la motivación infantil y juvenil, los animales. Este hecho es sumamente importante ya que nos ofrece la oportunidad de contar con niveles motivacionales óptimos en los/as alumnos/as que puedan ser capaces de mantenerse en el tiempo.
Gestionar eficazmente las relaciones con los demás.
El planteamiento del proyecto es un escenario idóneo para la adquisición y práctica de competencias sociales, sobre todo porque el contexto es real no simulado. Diversas actividades potencian este tipo de habilidades como son las charlas informativas a otros/as compañeros/as, la participación como embajadores/as, el desarrollo de actuaciones concretas encaminadas a reducir el maltrato y abandono animal, entre otras. Los niños/as se consideran parte de un grupo y generan sentimientos de pertenencia, aportación y utilidad social, un caldo de cultivo perfecto para potenciar patrones sociales competentes.
Si bien lo que un proyecto como Children 4 Animals puede suponer para los/as niños/as y adolescentes participantes supera ampliamente los aspectos tratados, hemos querido destacar la resiliencia y la inteligencia emocional por constituirse como verdaderos elementos de protección y desarrollo en etapas infantil y adolescente.
Jennifer Berengueras
(Coordinadora Proyectos/ Relaciones Internacionales. Fundación para la Adopción, el Apadrinamiento y la Defensa de los Animales).
Desde FAADA creemos que la concienciación de los niños es la clave para poner fin al maltrato de los animales. La idea no es inculcarles ninguna ideología sino fomentar esa empatía instintiva que ya tienen por los animales y fomentar un pensamiento crítico hacia lo que los adultos podemos haber normalizado. Que surjan iniciativas como El Cuarto Hocico o Children For Animals desde las mismas escuelas nos llena de optimismo por un futuro más respetuoso con los animales.
Beatriz Mazas Gil. Rosario Fernández Manzanal
(Dpto. de Didáctica de la CCEE. Facultad de Educación, Universidad de Zaragoza).
Desde la Universidad de Zaragoza, concretamente desde el Dpto. de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Facultad de Educación, estamos realizando un estudio relacionado con el tema del bienestar animal en el ámbito educativo, para analizar actitudes hacia el bienestar animal.
El proyecto “Children 4 Animals” nos parece una puesta en práctica de la teoría que recogen los mayores expertos en temas de bienestar animal. Visto el éxito acumulado, por César y sus chicos de Muel, nos encantaría que este proyecto se difundiese y llegase a la mayor cantidad de colegios posibles para tratar de alcanzar una sociedad futura con valores hacia los animales de respeto y empatía; y además, que eso mismo se extienda también a sus semejantes.
El proyecto “Children for Animals”, basado en el Libro “DE CÓMO DOCE NIÑOS Y UN MAESTRO BUSCARON CAMBIAR EL MUNDO: EL CUARTO HOCICO” (César Bona/Ediciones Hade) está dirigido principalmente a profesionales de la educación interesados en una educación que busque la construcción de una sociedad con pilares sólidos basados, valores, empatía y la participación de los niños y adolescentes en la construcción de un mundo mejor.