El Apoyo de la Primatóloga Jane Goodall

Prólogo de Jane Goodall al Libro “DE CÓMO DOCE NIÑOS Y UN MAESTRO BUSCARON CAMBIAR EL MUNDO: EL CUARTO HOCICO”

 

A lo largo de mi infancia he amado a todo tipo de animales, desde gusanos y pollos, a los elefantes y ballenas sobre los que leía en los libros –y me encantaba leer–. Y aprendí muchísimo de todas las horas que pasaba en nuestro jardín y cuando vagaba solitaria por los acantilados sobre el mar, no lejos de nuestra casa. Pero no llegué a aprender mucho sobre el mundo de la naturaleza en la escuela: no tuve un maestro como César Bona.

¡Qué afortunados son los niños a los que enseña César! He estado con él en tres visitas que hice a España, y me quedé muy impresionada por la forma en la que interactúa con los niños y su pasión por educarles en el respeto y compasión hacia los animales.

Es una curiosa coincidencia que el grupo que él ha coordinado en su escuela, El Cuarto Hocico, empezara justo con 12 niños. Ese era el número de estudiantes que formaron el primer grupo de Roots & Shoots, el programa de educación ambiental y humanitaria del Instituto Jane Goodall para jóvenes. Comenzó en Tanzania en 1991 y actualmente está activo en 132 países en todo el mundo. Siempre que es posible, intentamos que se establezcan colaboraciones con otros grupos que comparten una misión o filosofía similar. El Cuarto Hocico es la personalización perfecta de la filosofía Roots & Shoots: su programa se construye sobre la curiosidad natural de los niños y su creatividad, y les ayuda a hacer frente a los problemas de forma crítica. De manera más significativa, estas iniciativas inspiran en los jóvenes un respeto por todos los seres vivos. Y esto es desesperadamente importante en el mundo actual, donde el divorcio entre los jóvenes y la naturaleza es cada vez mayor, y donde la delincuencia y la violencia juvenil se extienden de forma preocupante.
Sé que no fue fácil para César establecer su programa en la pequeña comunidad rural donde él ha trabajado. Aun así, lo logró de una manera brillante. César ha ayudado a los niños a entender los problemas a los que nos enfrentamos en el mundo de hoy, particularmente con respecto al maltrato animal. Sólo cuando entendamos que los animales, igual que nosotros, tienen su personalidad y, sobre todo, que ellos comparten emociones similares a las nuestras y que son capaces de sufrir tanto mental como físicamente, sólo entonces podremos tener esperanza de ver una mejoría en nuestra actitud hacia los animales con los cuáles compartimos (o deberíamos compartir) el planeta. Esto es algo que el grupo de César comprendió perfectamente. Les conocí y hablé con algunos de esos niños y me impresionó lo bien que habían sido educados.

Los miembros de El Cuarto Hocico proporcionan un ejemplo perfecto de cómo los niños, una vez que conocen los problemas y se les ofrece la posibilidad de actuar, se remangan la camisa entusiasmados para arreglar las cosas. Fue después de que César y los niños fueran a hablar con el alcalde de Muel cuando el pueblo accedió a prohibir los circos que utilizan animales en sus espectáculos. Estos niños han alzado la voz contra las corridas de toros y han lanzado campañas para intentar convencer a la gente para que no compren animales en Navidad, una campaña en la que remarcaban que no deberíamos mirar a los animales como simples objetos que se puedan comprar como si fueran muñecos de peluche. El grupo de César también ha trabajado para mejorar la vida de niños en hospitales… Además, se ocuparon de distintas cuestiones y escribieron ocurrentes cartas con respeto pero con mucho peso al Rey de España después de que disparara a un elefante en África, y al Gobierno de Castilla y León expresando su consternación por el hecho de que se estuviera enseñando a niños a cazar en las escuelas.

A través de estas y otras acciones, los niños de un pequeño pueblo han educado e inspirado a niños de muchos lugares de España e incluso –gracias a nuestra habilidad de comunicarnos electrónicamente– a otros niños alrededor del mundo. Para este propósito, El Cuarto Hocico creó una página de Facebook, « Children for Animals », la cual está en inglés y en español. Y este libro que ahora leéis, que inspirará a un incontable número de niños –y maestros y padres–, allá donde sea presentado.

Mi admiración hacia César como maestro se demostró cuando le entregué en Madrid el Premio a la Mejor Ecoiniciativa, creada por el IJG España para su programa “Biodiverciudad”, y también cuando su grupo recibió el Premio al “Mejor Grupo Roots & Shoots en España 2012”. César está abriendo nuevos horizontes para los niños. Está creando líderes del futuro, animándoles a tomar las riendas para emprender acciones y cambiar actitudes –y prácticas– en sus sociedades. Con la colaboración entre grupos de jóvenes alrededor del mundo, finalmente podremos crear una masa crítica de jóvenes que comparten la creencia implícita de que, si bien necesitamos dinero para vivir, no deberíamos vivir por el dinero en sí mismo. Que deberíamos pensar en las consecuencias de lo que compramos, lo que comemos, lo que llevamos puesto y en cómo las elecciones éticas, realizadas por millones, pueden liderar el gran cambio que necesitamos si queremos sobrevivir en el futuro.

Necesitamos más maestros como César.


Jane Goodall

 

Jane Primitologa

El proyecto “Children for Animals”, basado en el Libro “DE CÓMO DOCE NIÑOS Y UN MAESTRO BUSCARON CAMBIAR EL MUNDO: EL CUARTO HOCICO” (César Bona/Ediciones Hade) está dirigido principalmente a profesionales de la educación interesados en una educación que busque la construcción de una sociedad con pilares sólidos basados, valores, empatía y la participación de los niños y adolescentes en la construcción de un mundo mejor.