Días antes de celebrarse el cruel “Torneo del Toro de Vega” salió en los periódicos un desafortunado manifiesto que había liderado un profesor de universidad, poniéndose como ejemplo de persona con alto nivel intelectual y colocándose como referente para defender este acto bárbaro.

 

En los diarios podían leerse cosas como estas:

“Profesores de universidades de España, Colombia y Portugal se han unido para promover un manifiesto de apoyo a los valores que ensalza el torneo de el Toro de la Vega.

Uno de los promotores del manifiesto, el profesor de ética periodística por la Universidad Europea Miguel de Cervantes, Miguel Ángel Quintana, ha explicado a Efe que el objetivo "es elevar intelectualmente los argumentos en defensa de un torneo que es un bien antropológico, una celebración en la que se ponen de manifiesto los mejores valores de una persona: la valentía, el afán de superación y la inteligencia para superar a un toro y propugna valores que, tal y como está la sociedad actualmente, no deberían perderse.

Estamos abiertos (continuaba) a que otras personas contraargumenten este manifiesto, pero con un nivel intelectual elevado”.

Sus palabras tenían un contenido con tal nivel de soberbia que sentí como si una lanza se clavara en mi esencia de educador.

Así, automáticamente copié el enlace a uno de esos diarios electrónicos, lo pegué en un mail y se lo envié a los niños con esta escueta sugerencia: “Los que lean esto hoy que respondan dando su opinión”.

Al día siguiente recibí la respuesta de Mónica, y de inmediato lo colgué el nuestra página. Este señor animaba en el artículo a que alguien con alto nivel cultural contraargumentara. Pensé que lo mejor era que un cuartohociquero lo hiciera. Resultado: una niña de once años iba a dejar a esta gente en el lugar donde les correspondía. En dos días 30.000 personas habían leído la contraargumentación y poco más tarde un centenar de profesores de universidad escribían su propio manifiesto contra el “Torneo del Toro de Vega”

Este es el texto íntegro que colgamos, con las palabras de Mónica y mi opinión:

Dirigida a: MIGUEL ÁNGEL QUINTANA PAZ (Universidad Europea Miguel de Cervantes), JAVIER HERNANZ PILAR (Universidad de Valladolid), JESÚS GONZÁLEZ REQUENA (Universidad Complutense de Madrid), AMAYA ORTIZ DE ZÁRATE (Universidad Complutense de Madrid), LORENZO J. TORRES HORTELANO (Universidad Rey Juan Carlos), BASILIO CASANOVA VARELA (Universidad Complutense de Madrid), TECLA GONZÁLEZ HORTIGÜELA (Universidad de Valladolid), LUIS MARTIN ARIAS (Universidad de Valladolid), LUÍS CAPUCHA (Instituto Universitario de Lisboa), JULIO CESAR GOYES NARVÁEZ (Universidad Nacional de Colombia), GABRIEL ARTURO CASTRO (Universidad del Tolima, Ibagué).

En este documento abierto damos respuesta a la opinión de unos cuantos “profesores” (muy poquitos, felizmente) de Universidad que afirman que la acción de clavar una lanza a un animal pone de manifiesto los mejores valores de una persona.

PALABRAS DE MÓNICA, NIÑA DE 11 AÑOS, EN RESPUESTA A LAS PALABRAS DE ESTOS PROFESORES DE UNIVERSIDAD:

Hola. Soy Mónica, tengo 11 años y desde hace tres años formo parte de la protectora El Cuarto Hocico.

Cuando sea mayor quiero ir a la universidad y estudiar una carrera y que los profesores sigan siendo mi modelo a seguir para convertirme en una buena persona, tal y como hasta ahora ha sido. Que hagan de mí una persona con afán de superación, para no conformarme con poco y así lograr mis propósitos. Que hagan de mí una persona valiente para no callar ante las injusticias y, como al menos soy un poco inteligente, que me ayuden a descubrir todo lo bueno que tiene la vida. Pero me niego a que lo hagan profesores que piensan que la tortura a un ser vivo, sea cual sea, está ligada con aspectos importantes del ser humano. O igual es que yo no he entendido bien qué es ser valiente, tener afán de superación o ser inteligente. Si es de ser valiente el torturar a un ser vivo, los que torturan en las guerras son valientes: Josef Mengele tenía un afán de superación como médico increíble, torturando a los judíos en los campos de concentración en beneficio de la medicina, y todos los que han hecho sufrir a la humanidad han demostrado su inteligencia ¿Es eso lo que estos profesores me querrán dar a entender si me tropiezo con ellos ahora y en el futuro? Torturar es malo, ya sea a una persona o a un animal y degrada a las personas. No estoy enfadada con estos profesores y con la gente que pronto cogerá una lanza y torturará a un ser vivo. Simplemente siento lástima por ellos.

PALABRAS DE CÉSAR BONA, MAESTRO DE EL CUARTO HOCICO:

Basarse en su condición de profesores universitarios no les pone, cultural ni intelectualmente, por encima de ninguna persona (incluso ningún niño) que tenga unos argumentos mejores y distintos a los suyos. Tanto tienen que enseñarnos de la vida los que no tienen carreras. No asocien, pues, la palabra ignorancia a todos aquellos que no sean de la condición de su pensamiento. En lugar de eso, replantéense el concepto de nivel intelectual y refresquen su biblioteca y sus paradigmas, porque puede ser que un simple maestro de escuela, o una niña de 11 años, tengan que decirles que la inteligencia emocional (de lo que ustedes parecen carecer) es algo tan importante y tan necesario en este mundo que, mientras existan profesores en las universidades que no le dediquen suficiente atención, pocas cosas nos harán diferentes de aquellos ejemplos que ustedes seguro conocen en la historia de la antropología. Leyendo sus afirmaciones me ha dado la impresión de estar en plena involución. Y eso, cuando viene de unos profesores de universidad, da un poquito de miedo o me provoca cierto recelo, como prefieran.

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El proyecto “Children for Animals”, basado en el Libro “DE CÓMO DOCE NIÑOS Y UN MAESTRO BUSCARON CAMBIAR EL MUNDO: EL CUARTO HOCICO” (César Bona/Ediciones Hade) está dirigido principalmente a profesionales de la educación interesados en una educación que busque la construcción de una sociedad con pilares sólidos basados, valores, empatía y la participación de los niños y adolescentes en la construcción de un mundo mejor.